sábado, 16 de noviembre de 2013

Un análisis de La apuesta de Pascal y La apuesta del ateo a la luz de la Teoría de la Decisión
Por: Ivonne Zarazúa


La apuesta de Pascal es un recurso argumentativo que, ante la imposibilidad de la razón para discernir entre la existencia o no existencia de Dios, muestra que la decisión de creer en Él o no, recae en una cuestión de cara o cruz:


Dios existe o no existe, pero ¿de qué lado nos inclinaremos? La razón no puede decir nada en ese punto. Hay un caos infinito que nos separa. Se juega a un juego en la extremidad de esta distancia infinita, en el que saldrá cara o cruz. ¿Por qué apostaréis? Razonablemente, no podéis apostar ni por una ni por otra; razonablemente no podéis defender ninguna de las dos […] pero hay que apostar. […] Todo jugador aventura con certidumbre para ganar con incertidumbre, y no obstante aventura ciertamente lo finito para ganar inciertamente lo finito, sin pecar contra la razón.[1]


Se observa entonces que, razonablemente, no se podrá elegir creer o no en la existencia de Dios, pues este problema, al situarnos ante un caos infinito, nos obliga a abandonarnos al azar porque es preciso apostar por una de las dos opciones; aunque la incertidumbre del resultado de la apuesta, no nos impide partir de bases firmes y ciertas para hacer la mejor elección sin pecar contra la razón; por lo tanto Pascal nos propone hacer una apuesta razonable:

Tenéis dos cosas que perder, la verdad y el bien, y dos cosas que comprometer, vuestra razón y vuestra voluntad, vuestro conocimiento y vuestra beatitud, y vuestra naturaleza dos cosas que rehuir, el error y la miseria. […] Sopesemos la ganancia y la pérdida escogiendo a cara a que Dios existe […], pero aquí hay una infinidad de vida infinitamente feliz que ganar, un riesgo de ganar contra un número finito de riesgos de perder, y lo que jugáis es finito.[2]

Nótese que Pascal analiza el problema considerando tres aspectos: el estado del asunto a considerar (Dios existe o no), los actos que el sujeto puede realizar en relación con el estado del asunto (creer o no en la existencia de Dios) y la utilidad de actos por realizar (ganar una vida infinitamente feliz o no). A este respecto, Hacking nos dice que:

Un problema de decisión bajo incertidumbre tiene estos ingredientes:
1.      Una partición de los posibles estados de sucesos.
2.      Los posibles actos que el agente puede emprender.
La utilidad de las consecuencias de cada acto posible, en cada estado posible de sucesos de la partición.[3]

Si comparamos esta referencia con la anterior, podemos observar que los criterios que Hacking propone para abordar un problema de decisión bajo incertidumbre son los mismos que Pascal usa para llevar a cabo una apuesta razonable, de modo que si suponemos que: G=Dios existe, N=Dios no existe, A=actuar como ateo y B=actuar como creyente, entonces podemos representar el problema de Pascal en la siguiente matriz:


G
N
A
-1
0
B
+1
0

En donde se debe leer: la utilidad de actuar como ateo cuando Dios existe es perder una vida infinitamente feliz, o bien: U(A,G) = -1; la utilidad de actuar como ateo cuando Dios no existe no representa ganancia ni pérdida: U(A,N) = 0; de modo análogo, con las combinaciones restantes obtenemos: U(B,G) = +1 y U(B,N) = 0; por lo tanto, si Dios no existe, es posible elegir al azar creer o no, pues la utilidad reportada en ambos casos es la misma, es decir, cero; sin embargo, como no tenemos plena certeza de la existencia de Dios, entonces será más conveniente ser creyente, pues si Dios existiera obtendríamos una ganancia infinita, caso contrario, tal cual nos lo hace ver el mismo Pascal, no perderíamos nada: “Sopesemos la ganancia y la pérdida escogiendo cara a que Dios existe. Estimemos los dos casos: si ganáis, ganáis todo, y si perdéis, perdéis nada; apostad pues, que existe sin vacilar.”[4]
En conclusión, debemos optar por el acto B, es decir, creer en la existencia de Dios,  debido a que éste nos reporta la mejor utilidad.
Ahora, de acuerdo con Hacking, hay tres reglas que deben considerarse para resolver problemas de decisión bajo incertidumbre; sin embargo, antes de decir en qué consisten las reglas mencionadas, debemos introducir una definición: “Cuando una opción es mejor que otra, entonces esa opción domina a la otra” [5], de acuerdo con lo cual, si consideramos los actos A y B, de modo que A es mejor que B, entonces A domina a B. Ahora, teniendo presente lo anterior, la regla de dominancia, nos dice que si un acto es dominante, entonces domina; la regla del valor esperado señala que debemos elegir con base en la consecuencia que reporte mayor utilidad; finalmente, la regla del dominio del valor esperado afirma que si un acto domina a los otros en valor esperado, entonces debemos optar por él.
De acuerdo con lo anterior se puede concluir que, si Pascal sugiere apostar a que Dios existe basado en que ésta es la mejor opción porque nos reporta una mayor ganancia y por ello una mejor utilidad, entonces podemos afirmar que, en efecto, el francés no sólo ha seguido las reglas establecidas, sino que también él las ha propuesto como guía para decidir en este clase de problemas.
Por otra parte, la apuesta del ateo, es un argumento presentado en la interesante obra de Michael Martin intitulada Ateísmo: Una justificación filosófica (trad. propia), en donde el ateísmo es justificado desde el punto de vista epistémico, lógico e incluso ético; asimismo, ofrece una refutación de la apuesta de Pascal, que consiste en argumentar que en ella no se consideran o se asumen como irrelevantes algunas posibilidades que son importantes para lo que se pretende demostrar, de modo que si tomamos en cuenta tales posibilidades, entonces lo más conveniente es no creer y no sólo en Dios, sino en cualquier ser sobrenatural. A este respecto, Martin nos pide considerar lo siguiente:

Supongamos que existe un ser sobrenatural –llamémoslo un Genio Maligno (PM) ̶ quien castigará con infinito tormento al que crea en Dios o cualquier entidad superior (incluido él mismo) y recompensará con dicha infinita a cualquiera que crea en la no existencia de entidades sobrenaturales[6]

Nótese que, en primer lugar, Martin propone que la existencia de PM no es lógicamente imposible y por ello es, al menos, altamente probable, de modo que si reconfiguramos lo antes expuesto, tendremos:


Dios existe
PM existe
Ninguno existe
Creer en Dios
+1
-1
0
Creer en PM
-1
-1
0
No creer en ninguno
-1
+1
0

Observamos entonces que, dada esta reconfiguración, regresamos al estado de incertidumbre en que nos hallábamos al principio, pues nos encontramos ante la imposibilidad de elegir, de modo que, para resolver este nuevo problema, la estrategia que Martin propone es asumir que existe un anti-PM de suerte que:

[…] existe la posibilidad de que haya otro ser sobrenatural, quien recompensará infinitamente por creer en el Genio Maligno y en él mismo, y no recompensará por cualquier otra cosa, entonces creer en el Genio Maligno será tan malo o bueno como creer en Dios. Llamaremos a tal ser el anti-Genio Maligno (APM).[7]

Dadas estas nuevas condiciones, nuestra matriz será modificada de la siguiente manera:


Dios existe
PM existe
APM existe
Ninguno existe
Creer en Dios
+1
-1
0
0
Creer en PM
-1
-1
+1
0
Creer en APM
-1
-1
+1
0
No creer en ninguno
-1
+1
0
0

Esta nueva matriz, aunque modificada, arroja los mismos resultados, por lo tanto Martin sugiere generalizar su argumento, es decir, nos pide considerar la existencia de múltiples APM’s de tal manera que se concluirá, en términos de buenas razones, que no deberíamos creer que Dios existe o que cualquier otra entidad sobrenatural existe[8].
Ahora bien, este argumento, aunque plausible, presenta una dificultad debido a que en él se le exige a Pascal considerar un conjunto no vacío de seres sobrenaturales que no son Dios, con lo cual Martin le reclama, en el fondo, no haber tomado una partición genuina, pues si como dice Hacking, una partición es un conjunto de posibilidades tal que éstas sean exhaustivas y mutuamente excluyentes, entonces la partición del pensador francés, a saber, Dios existe y Dios no existe, no es válida a la luz de lo que Martin presenta, lo cual es cierto en la medida en que los argumentos PM y APM’s lo hacen notar, pues siempre se puede considerar un conjunto más vasto de exhaustivos y mutuamente excluyentes estados del universo en cuestión; no obstante, también se puede afirmar que tal observación es insostenible dado el contexto y los objetivos de Pascal. En cualquier caso, es importante hacer notar que un análisis semejante al que se realizó con anterioridad muestra que así como se puede optar por la creencia en Dios debido a la utilidad que esto genera (lo cual está de acuerdo con las tres reglas mencionadas), también podemos optar por su no existencia basándonos en el mismo argumento.

En conclusión, el breve análisis que se ha ofrecido nos permite interpretar que, en primer lugar, la decisión de creer o no creer en Dios no puede basarse (al menos no contundentemente) en los términos que la Teoría de la decisión sugiere, pues si ésta nos lleva a la creencia y a la no creencia en un Dios o cualquier otra entidad sobrenatural, entonces deberíamos pensar si las herramientas que tal teoría nos ofrece son suficientes para analizar un asunto de tal importancia para la condición humana.
En segundo lugar, quisiera hacer notar que tal problema se derivó de considerar particiones diferentes, de modo que, podríamos afirmar que los resultados obtenidos a partir de la Teoría de la decisión, dependen, fundamentalmente, de las particiones consideradas, por lo cual a particiones distintas corresponderán resultados distintos.

Bibliografía
-          Hacking, Ian, (2001), An introduction to Probability and Inductive Logic. New York, Cambridge University Press.
-          Martin, Michael, (1990), Atheism: A philosophical justification. Filadelfia, Temple University Press.
-          Pascal, Blaise, (2009), Pensamientos. España, Prisa Innova S. L.




[1] Pascal, (2009), p. 196.
[2] Ibídem., pp. 197-198.
[3] Hacking, (2001), p. 118. (Traducción propia)
[4] Pascal, op. cit., p. 197.
[5]Cfr. Hacking, op. cit., p. 115. (Traducción propia)
[6] Martin, (1990), p. 232. (Traducción propia)
[7] Ibídem, pp. 232-233.
[8] Cfr. Martin, (1990), p. 234. (Traducción propia)

sábado, 1 de junio de 2013

MUNDO TOJOLABAL COMO UNA CULTURA DE LA ESPERANZA
Por: Luis Alberto Salas


En estos momentos de crisis climática, crisis económica y política, gracias a la globalización de la ley del mercado y la de destrucción del planeta, debemos considerar otras culturas que nos orienten a pensar de otra manera la realidad concreta que nos enfrenta. Pensar de otra manera porque nos estamos destruyendo entre nosotros mismos, porque vivimos en la individualidad, porque somos egoístas, porque siempre queremos ser los mejores para imponernos sobre los demás.
En el presente escrito hacemos la manifestación de lo que para nosotros es filosofía, y llegamos a la conclusión de que no hay una sola filosofía, una sola manera de pensar la realidad, sino que cada cultura piensa la realidad de acuerdo a su racionalidad[1], cada cultura tiene su filosofía, su forma de pensar e integrase con la realidad que le enfrenta. El mundo moderno piensa la realidad para producir ganancia, para explotar a los otros y a la naturaleza. En cambio, hay otras culturas totalmente distintas desde donde la silla, la piedra, el árbol son sujetos.
Considerar otras culturas porque como mundo moderno globalizador, estamos destruyendo el planeta, nos estamos dirigiendo a un callejón sin salida, estamos cavando nuestra propia tumba como humanidad.

LA FILOSOFÍA QUE PIENSA LA REALIDAD PARA LA REPRODUCCIÓN DE LA VIDA 
La filosofía no surge en la antigua Grecia, sino que la filosofía es parte intrínseca desde que el humano es humano. No queremos decir que todos filosofan porque no todos piensan la realidad, pero sí estamos formados, desarrollados y nos proyecta una filosofía que está en la cultura en la que nos toca desenvolver. Así para nosotros:

La filosofía no piensa la filosofía, cuando es realmente filosofía y no sofística o Ideología. No piensa textos filosóficos y si debe de hacerlo es sólo como propedéutica pedagógica para instrumentarse con categorías interpretativas. La Filosofía piensa lo no filosófico: la realidad […] Lo cierto es que pareciera que ha surgido siempre en la periferia como necesidad de pensarse a sí mismo ante el centro, o simplemente ante el futuro de liberación.[2]

           
Dussel dice que la filosofía no piensa la filosofía, sino que piensa la realidad, pero, ¿por qué piensa la realidad? se piensa porque se vive y se quiere transformarla, porque la pretensión es la permanencia de la vida. El humano desde que comenzó a ser tal su propósito fue su reproducción, siempre intentando estar más cómodos y por eso la transformación de la naturaleza y la misma humanidad. Desde aproximadamente hace cuatro millones de años hasta hace seis mil que surgieron las primeras grandes ciudades, el ser humano se ha desarrollado en todos sus sentidos, en lo biológico primeramente y con ello en lo político, en lo económico, en lo artístico y en la gran diversidad de campos y sistemas que ha desarrollado él mismo. De generación en generación, del instinto a las grandes instituciones, del nomadismo al sedentarismo, de las selvas a las grandes ciudades, de vivir comunitariamente para reproducir y desarrollar la vida humana a vivir egoístamente para reproducir la vida del capitalismo, vivir para comprar y ser comprados, vivir para vender y vendernos. La humanidad desde que es tal, en un principio su propósito fue la búsqueda de la vida comunitaria, ahora sólo es individual en el mundo moderno, la pretensión es la misma, permanecer con vida. La filosofía piensa la realidad para pretender lograr vivir en el mundo que le rodea, pero no sólo vivir, sino vivir buena y justamente, vivir dignamente. Por vida digna nos estamos refiriendo a esa vida donde primeramente unos entre otros se miran el rostro, donde hay una proximidad de respeto mutuo, un acercamiento que nos conduce al rostro del otro que habla sin decir palabra alguna y después se escuchan la voz. La vida digna donde no hay explotación, donde se está sin miedo a morir asesinado en cualquier instante, a esa vida tranquila dónde se satisfacen las necesidades primordiales como comer, vestir, dónde dormir, la vida modesta y no ostentosa, (no cabe duda que hay humanos que buscan su bienestar, sólo para sí, sin importar lo que suceda a su alrededor, hasta algunos son capaces de matar a su hermano; pero podemos afirmar que hay humanos que pretenden luchar por el bienestar de la mayoría de la humanidad). La vida digna es la de no ser humillados, explotados, sojuzgados para que sólo unos pocos tengan la riqueza, la vida digna es aquella que se revela, que lucha ante la ley que niega y le quita su vida, su mundo.
La filosofía nos permite ese análisis detenido, como se los permitió, a su manera y en su situación, a los primeros humanos, no sólo es el análisis, además es la transformación que pretende resolver el problema que se presenta en la vida cotidiana.
Podemos decir así que la filosofía nos conduce a la crítica, Hinkelammert citando a Marx nos dice que ““La crítica de la religión desemboca en la doctrina de que el ser humano es el ser supremo para el ser humano y, por consiguiente, en el imperativo categórico de echar por tierra todas las relaciones en que el ser humano sea un ser humillado, sojuzgado, abandonado y despreciable””[3] Así Hinkelammert nos muestra en la tesis doctoral de Marx, que la crítica es la sentencia a todo lo que está en contra del ser humano. La crítica que parte de ver hacia el pasado para así ver la condición en la que nos encontramos y plantear un proyecto a un futuro a corto y largo plazo. Sin embargo, lo importante no está en lo crítico, sino en la responsabilidad que exige ser crítico. Así la filosofía nos conduce al análisis de la realidad, propuesta y acción para mejorar o resolver el problema de nuestro entorno esférico.
            Dussel también nos dice que la filosofía nació o nace en la periferia, nace ahí porque ésta se pensó o se piensa como un proyecto de liberación. Interpretando filosófica-históricamente el texto bíblico, el Éxodo de Moisés[4], que narra la salida de la esclavitud egipcia hacia Medio Oriente, Palestina principalmente, el surgimiento de la cultura judía, vemos la representación de que la filosofía que piensa la realidad para liberarse del dominio, es la esclavitud (la periferia egipcia) que se libera de la explotación, opresión, de las pestes, plagas, enfermedades[5], y huye hacia las tierras Orientales, es la liberación de la esclavitud y el origen de un nuevo mundo, otra cultura.
Al igual, Dussel dice que la filosofía se origina cuando la periferia se piensa frente el centro. El demos griego es tomado del demos egipcio, aunque ambos gobiernos oligárquicos, nunca democráticos ya que no participaban todos los ciudadanos. Así mismo, el concepto de dike (justicia de Anaximandro como de Heráclito) es derivado etimológicamente del sumerio dikul-gal (juez supremo), del babilonio diqua, del akadio duku[6]. Es decir, los esclavos semitas vieron su futuro de liberación y se dirigieron a Palestina y los griegos se pensaban ante el centro, en este caso Egipto. El fin era lograr una mejor calidad de vida, una vida digna, así la filosofía se encuentra inmersa en lo cultural, en lo político, en lo científico, en la economía, desde los orígenes del humano. La filosofía piensa la realidad, pero la piensa para plantear proyectos que sirvan para la reproducción de una mejor calidad de vida, aquí la calidad no implica la cantidad, sino el confort, el calor y la alegría de la familia, los amigos, los maestros, para transformar el mundo que se encuentre en caos, en crisis. La filosofía como el amor a la sabiduría que conduce a la reproducción de la vida.
            Hasta aquí en cuanto a lo que entendemos por filosofía, sin embargo, pensamos que no hay una sola forma de pensar la realidad, es decir, creemos que cada cultura tiene implícita-explícitamente una filosofía, una forma de pensar la realidad concreta que le enfrenta, es decir, aseguramos que hay filosofía maya tojolabal en este siglo XXI, así como filosofía moderna occidental, y creemos que hay muchas más filosofías, en Oriente, en África, en Oceanía, cada cultura tiene su perspectiva del Mundo, de su mundo.
Como occidentales que somos, la visión que nos ha dado Carlos Lenkersdorf y nuestras experiencias, haremos un planteamiento de la cultura moderna y la cultura tojolabal en este siglo XXI. El mundo moderno frente al mundo de los tojolabales, dos maneras de pensar la realidad, de plantear la reproducción de la vida humana y natural, dos formas de relación entre humanos y naturaleza, la primera de manera instrumental con pretensión de aumento de ganancias y la segunda en donde desde la silla hasta una piedra son sujetos, es el cosmos que va más allá de la intersubjetividad humana formando un nosotros.

EL MUNDO MODERNO 
La filosofía moderna no inicia en el siglo XVII, sino que empieza a gestarse entre los siglos II y III y nace y se hace explícita a finales del XV, 1492, y el XVI con la invasión, conquista (material-espiritual) y dominación de Europa sobre África y América.
De esa manera, y desde entonces la cultura moderna ha pasado a ser un mundo globalizador, quien nos ha conducido a un momento crítico, donde se niega el origen y el fundamento, donde se invierte la mentira y pasa a ser verdad y la verdad pasa a ser la mentira, o donde el sabio pasa a ser el loco y el loco pasa a ser el sabio. Es la corrupción de los que tienen el poder político y económico principalmente, donde el valor de justicia significa contra el terrorismo que no permite robar las riquezas naturales de los otros, que impide que destruyan su cultura. Es la ciencia que se transforma en un cientificismo, la ciencia como medio para el dominio del otro y la naturaleza. Es el mercado que mata para que él siga viviendo, mata humanos y naturaleza, el mercado que se totaliza, pero que excluye porque impone, es el mercado que comienza a morir porque destruye al otro que lo hace que viva, se destruye así mismo, el asesinato es suicidio.

“Este "capitalismo total" se hace presente como globalización y homogeneización del mundo, por tanto como totalización del mercado y de la privatización de las funciones públicas en nombre de la propiedad privada.”[7] La cita nos muestra qué es la globalización y homogeneización del Mundo, la expansión de mercado a todos lados, la propiedad privada, todos la misma música, la misma ropa, la misma ideología, la totalización del mercado y su ideología la de comprar para ser alguien, tener para ser. Es el valor de igualdad, todos iguales, todos la misma política, la misma economía, la misma democracia representativa, todos comer lo mismo, vestir iguales, etc.. La cultura moderna con la pretensión de una totalización de la totalidad, la imposición de todo, principalmente de las leyes del mercado y con ello las leyes políticas neoliberales. El mercado y la planificación de reproducir la propiedad privada son sistemas que se presentan con un criterio de validez universal, este criterio es que la buena vida para pocos implica la imposibilidad de vivir los muchos otros. La totalización como la dominación, como la producción de medios para lograr su fin, la globalización del Mundo es la pretensión de las trasnacionales, los monopolios que se producen y reproducen demoliendo la humanidad y la naturaleza. La totalización como la dictadura (lo hemos visto en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Nicaragua, Guatemala, etc., algunos por mencionar) que se presenta como la seguridad nacional, es la legitimación del terrorismo y con ello la imposición de una supuesta democracia, ocultando el aprovechamiento sin límite, la tendencia al autoritarismo. La totalización de la totalidad a través de la imposición de las leyes del mercado, de la propiedad privada y de hacer la guerra. La totalización de la totalidad sobre la vida de los humanos y la naturaleza.
Se trata del tema de la injusticia o el mal que vivimos la humanidad, del tema de la ley que produce la muerte, la exclusión, explotación, de la aniquilación de los mundos que algunos han resistido de una manera u otra. Es el dolor que produce la guerra, es la guerra que se presenta como diplomacia, es la insatisfacción de las necesidades, es la humillación, la muerte de nuestros bosques y selvas gracias a la avaricia y al dominio sin límites de los grandes monopolios. Es el mundo al revés, la inversión, donde se legaliza el genocidio y se mata al que lucha por la vida, por la liberación, donde se totaliza la totalidad en lugar de reconocer los mundos existentes en nuestro Mundo, donde las instituciones que deben ser servidoras a los niños, hombres, mujeres, jóvenes, adultos, ancianos, ahora ellos son quien les deben servir a las instituciones. Es donde el dominio se presenta como democracia, es la mentira disfrazada de verdad, es lo comunitario que se presenta como lo social, (porque para el capital es el trabajador que se ofrece solipsistamente a pedir trabajo y al tener trabajo se convierte en un individuo, olvidando que proviene de una cierta comunidad cultural, se oculta lo comunitario del sujeto y lo pone como un individuo). Es la inversión de esta y en esta civilización occidentalizada que confunde la cantidad con el buen vivir, que tiene la cabeza en los pies, que confunde la gordura con la buena alimentación. Es la continuación de la época colonial, en una escala jamás conocida, a nivel Mundo. Así, los pobres del Mundo seguimos cumpliendo una función tradicional: proporcionamos brazos baratos y productos baratos, aunque ahora se produzcan muñecos, zapatos deportivos, computadoras, celulares, televisiones o instrumentos de alta tecnología además de producir, como antes, caucho, arroz, café, azúcar y otros productos  apropiados por el mercado mundial.
Es esta esa realidad cruda, donde muere un niño por fiebre o diarrea, es el dolor, el sufrimiento de los humanos explotados y excluidos en el planeta, es la destrucción de la naturaleza, es cavar la propia tumba de la propia humanidad. Se hacen guerras, se mata a los otros mundos, a las otras culturas con armas nucleares por creer que tienen armas nucleares; además, los medios de comunicación que sirven a los neo-liberalistas como a capitalistas, se atreven a decir no verdades, no se menciona el verdadero masacré que se realiza.
Se está preparando la guerra preventiva con el Irán. Se quiere hacer con aviones y artillería para no repetir los “errores” de la guerra contra el Irak. Para no “asustar” a la población de Estados Unidos, las armas que se proponen usar, se llaman “mininukes”. Da a entender este nombre que se trata de armas atómicas mínimas que son “inofensivas para la población civil”. No se problematiza esta explicación. Armas atómicas tienen efectos graves por la radiación que producen y no importa el tamaño que tengan. Pero no se dice esto, sino que se minimiza el efecto, porque dicen los medios y las autoridades que las armas se llaman mini (…) y por eso no son dañinas para la población. ¿Quiere decir que la radiación hace un desvío al acercarse a la población civil? [8]
Es el momento inverso en expresión, no se menciona del verdadero efecto dañino, se mata por matar sin intentar un diálogo, se trata de buscar a los enemigos, de que la gente escuche y vea una ilusión, es el mal para los que sufren el dolor y la muerte, y tiene la desfachatez de presentarse como el desarrollo de las culturas. Es cuando dicen que la lengua de otra cultura no es lengua, que el arte no es arte, que otra ciencia es magia, que las creencias son supersticiones, que la danza es folklore, que otro gobierno es anarquía, es la negación gracias a la inversión. Es la negatividad que siempre ha existido, pero desde hace 500 se convirtió a nivel Mundo, es, según los desarrollados, la naturaleza que sigue su curso y no se puede hacer nada para evitar esa negatividad a tal magnitud.
Así que nos encontramos donde se absolutizan las leyes del mercado y la propiedad privada y donde se niega al pobre, excluido, explotado, humillado, estamos en la ley como cárcel del cuerpo y en la guerra como una muerte rápida del cuerpo humano, y no sólo eso la muerte de la propia naturaleza, la destrucción de nuestro Mundo, así el asesinato es suicidio. Es la imposición a través de la violencia en otras palabras, es la renuncia al conceso de la población, es la desarticulación de los movimientos en resistencia, en lucha por la vida, es la política estatal inspirada en la política del mercado.

EL MUNDO MAYA TOJOLABAL
Frente al mundo moderno se presenta una de tantas culturas, la maya tojolabal, otra forma de pensar y vivir la realidad concreta. En nuestro mundo occidental nos hacemos la pregunta: ¿Qué importancia puede tener la filosofía maya-tojolabal en este siglo XXI?  De acuerdo con nuestra experiencia en el nivel superior, en la clase de Carlos Lenkersdorf y los pocos días de estar en algunas comunidades indígenas, pensamos que su cosmovisión y cosmoaudición es esencial para lograr una armonía con todo lo que nos rodea, para enfrentar grandes problemas que vivimos como humanidad, hay que escuchar a otras culturas para aprender de ellos.
Carlos Lenkersdorf nos muestra que en los tojolabales el punto de partida es escuchar al otro que es distinto de mí, (la intersubjetividad), para lograr el nosotros que va más allá de la intersubjetividad, todo lo demás también son sujetos, un árbol, una silla, una cama, una fruta, todos somos sujetos porque todo vive, todo tiene corazón y por tanto movimiento. De esa manera, se llega a la complementariedad, el humano no es el centro del todo (antropocentrismo), no todo gira alrededor de él, más bien se complementa con todo lo que le rodea (biocentrismo), el humano es parte de un todo. He ahí la importancia, en que ahora más que nunca, ahora que vivimos crisis climáticas producidas por las grandes industrias, debemos aprender de nuestros pueblos originarios, de su filosofía, debemos aprender cómo se vive en armonía con la naturaleza, debemos complementarnos y no imponernos, apropiarnos, de destruir a la naturaleza, convivir con el otro sujeto que es de otra cultura que no es la mía, con el otro sujeto que se encuentra frente a mí.
La cultura maya-tojolabal, se encuentra hoy siglo XXI en las montañas y la selva de el sureste de México en el Estado de Chiapas, está organizada de manera distinta que la moderna, tienen otra perspectiva sobre el entorno que les rodea. A partir de Lenkersdorf, pensamos que en los tojolabales la esencia es el tic, el nosotros, no es el nosotros de los pronombres personales, sino que es un nosotros que se refiere al cosmos, a la totalidad de entes existentes, vivientes, (no existen los objetos), sólo hay los sujetos. En el mundo maya tojolabal se tiene totalmente otra concepción acerca del cosmos, es la reproducción primeramente de nuestra madre tierra, ya que si ésta permanece, la vida humana también lo hará. Es el nosotros cósmico, no todo gira en torno al humano, sino que todo se complementa, por eso hay que buscar la armonía. De ahí que primeramente tengamos que escuchar a nuestra madre tierra, para saber lo que nos está diciendo, sino la escuchamos seguiremos devastándola.

            Desde Carlos Lenkersdorf, pensamos que el punto de partida en los tojolabales es el escuchar, precisamente, tojol, el que sabe, ‘ab’al, escuchar, una cultura que por vocación escuchan, que por excelencia lo que sabe es escuchar, los que saben escuchar para pensar nosotricamente la realidad concreta. Antes de la palabra escuchada está la proximidad corporal de dos o más sujetos, antes del diálogo están los ojos que expresan algo que las palabras a veces no pueden. Al escuchar a los otros recibimos sus pensamientos por medio de su palabra y su cuerpo, es el misterio que se presenta porque es algo desconocido lo que me dice, o puede ser algo conocido pero visto y expresado de manera diferente. Por otro lado, el que habla se abre, se expone y queda a disposición del que escucha, a su vez el que habla espera a que el otro le conteste algo, que le interpele. El escuchar-hablar, un juego de reciprocidad, uno frente a otro para decir que se aman o se odian, para aprender o ponerse de necio, para hacer la paz o iniciar la discusión. Al escuchar recibimos algo inesperado, algunas veces nuevo y otras no. Escuchando adquirimos conocimientos por cuenta propia, escuchando no sólo a los humanos, sino todo lo que nos rodea.
Sin embargo, como cultura moderna, occidental, hemos dejado de lado la escucha, no sabemos escuchar:

Esta noción tiene una larga historia en Occidente. Tanto en el griego antiguo como en latín, la lengua es el órgano, en griego glossa y en latín lingua. Es decir, lengua es lo que se produce al hablar. El escuchar ni se menciona. Las lenguas europeas contemporáneas mantienen la misma idea. El alemán es más claro aún, la lengua es la sprache, sustantivo derivado del sprechen, que quiere decir hablar. Dado el predominio del hablar, ¿dónde queda la otra mitad de la lengua, el escuchar? Poco se estudia, poco se investiga, poco se enseña, poco se menciona, poco se conoce, poco se practica.[9]

Carlos Lenkersdorf nos muestra que tanto en griego, latín, alemán, inglés, español, lengua es sólo hablar, olvidando por completo la otra mitad que es el escuchar. El significado es un monomio, donde sólo se nos muestra una mitad y la otra ni se menciona ya porque es poco mencionada, poco conocida y poco practicada. Para corroborar, nos dirigimos a un diccionario común y encontraremos que el significado de lengua en efecto es hablar. Es decir, en occidente la otra mitad desaparece, sólo consideramos el hablar ya que siempre queremos ser los primeros, los únicos, los mejores, tener la razón, poseer la verdad. Como hemos mencionado anteriormente, todos la misma ropa, la misma marca, la misma comida etc., todo iguales, las mismas leyes, la misma justicia, un monomio, que no haya otros distintos, es la pretensión del mundo moderno, occidental.
En cambio:

Los tojolabales tienen, pues, una concepción particular de las lenguas porque las entienden compuestas, de dos elementos, el escuchar y el hablar. (Son de igual importancia los dos. Si no se habla, no se escucha ninguna palabra, y si no se escucha se habla al aire).
Por eso, ya desde los términos del tojolabal, las lenguas son diádicas, por no decir dialógicas. Fijémonos e en ejemplo siguiente: En lugar de decir yo te dije, dicen yo dije tu escuchaste.”[10]

Es en la misma lengua donde se manifiesta lo dialógico de la cultura, para poner más claro el ejemplo, Lenkersdorf nos pone una frase en español y otra en tojolabal, esta frase es: les dije, kala awab’yex. Ahora bien, en español les es el pronombre personal, tercera persona del plural; dije, verbo con sufijo e que lo hace pretérito, del verbo transitivo decir. Por otro lado, en tojolabal primero tenemos k, prefijo que indica la persona singular ken-yo; ala es el verbo decir; aw es un prefijo que indica la segunda persona, tú completado por yex para que sea segunda persona del plural, ustedes; ab’ de origen del verbo  ab’i, escuchar[11]. A lo que la frase queda: yo digo, ustedes escucharon. Con esto se observa que desde la misma lengua se manifiesta esta parte dialógica, donde uno dice y se entiende que el otro por tanto está escuchando, porque después al que dice le toca escuchar y al que escuchó le toca decir. En español precisamente un sólo sujeto es el actor, y en tojolabal hay dos sujetos y ambos son actores, hay dos el verbo decir, y escuchar. Así, esta relación de yo digo tu-escuchaste nos abre el paso a la intersubjetividad (relación sólo entre personas), es la relación sujeto-sujeto, donde ambos son actores, es un proceso bidireccional, es una relación en la cual todos los sujetos (personas) de la comunidad participan, se exige la participación del otro para complementar la visión de lo planteado en el momento. Son dos sujetos o más que se complementan en un nivel horizontal, la comunicación no es impositiva como lo es en español. Es la pluralidad de sujetos con acciones diferenciadas, se exige su diferencia ya que excluye el monismo, la pluralidad de que cada sujeto tiene acciones diferentes pero que se complementan en un todo y para el todo, es lo que garantiza la apertura al nosotros, de esa manera la distinción y la complementariedad los conducen al nosotros. El nivel intersubjetivo es la relación entre personas y es una manifestación del nosotros, aunque el nosotros como tal es más allá de esta relación, donde es en relación con la naturaleza con la cual somos.
          

  Ante todo, primero está la vida corporal concreta Nosótrica, el humano como parte de un todo y para el todo tiene que cumplir una función, la de trabajar la Madre Tierra. Entre los tojolabales todo tiene corazón[12], `altzil, que es el vivificador de todos y de cada uno, por ende todo vive y siente. Es por ello que en la cultura tojolabal la madre tierra no se vende, no es una mercancía, ni mucho menos se prostituye. Así, a partir de lo anterior se puede decir, que dentro de esta perspectiva no existe lo inanimado y si es que existe, se podría entender como lo despedazado, incluso si algo sigue en el cuerpo se habla de nuestro brazo y no del brazo, por eso no es el trabajo, es nuestro trabajo para nuestra vida.
  De estas manifestaciones de las forma de vida de los tojolabales, Carlos Lenkersdorf nos dice que hay cuatro conceptos claves que de alguna manera son el eje de la filosofía tojolabal. Estos cuatro conceptos nos pueden resumir esta parte del mundo tojolabal a partir de Lenkersdorf.
El escuchar.  A nuestro parecer, el fundamental es el de escuchar, aprender a escuchar ya que la mayoría de las veces sólo oímos, porque es el comienzo del camino hacia el nosotros. Cuando verdaderamente escuchamos aprendemos la otra perspectiva, otra visión acerca de un mismo acontecimiento, una misma problemática.
El nosotros. El nosotros es ya más allá de la intersubjetividad, todos somos sujetos, el árbol, la silla, la cama, la leña, etc., etc., etc., todos somos sujetos, no hay objetos que manipular, todos son otros y son distintos de mi, pero somos un nosotros porque convivimos el mismo mundo. El nosotros es la participación de todos en el todo, no hay exclusión, todos escuchan, todos participan.
Todo vive. Bien sabemos que Carlos Lenkersdorf nos dice que el todo vive es en referencia al cosmos, es decir, todo tiene vida, desde un hombre hasta una silla, desde una planta hasta la luna. Científicamente se puede decir que son las partículas comprimidas que permiten la solides de los “objetos” pero tienen un movimiento de acuerdo al entorno en que se encentra, eso es vida. Sin embargo, aquí se hace referencia a que todo vive porque todos nos complementamos.
La complementariedad. La complementariedad, igualmente es un concepto clave que hace referencia a todo lo que nos rodea, todos nos complementamos, la silla pasa a ser parte de mi extensión corporal, me complemento con la silla y la silla cumple su función, no es utilizada porque no se ve como un negocio en ese momento, se ve como un complemento el cual debemos respetar porque si maltratamos la silla al momento de sentarse alguien lo más seguro es que caiga, no cumple la función. Igual un árbol, no debemos de talarlo para que produzca oxigeno, de esa manera también nos complementa.

Para terminar este escrito, pensamos que primeramente tenemos que situarnos, ver la situación de crisis que vivimos como humanidad, ver para darnos cuenta y comenzar por cambiar la nuestra subjetividad. A partir de Carlos Lenkersdorf vemos que los Tojolabales nos ponen el ejemplo de cómo convivir con el otro y con la naturaleza. Primeramente hay que saber escuchar poder comenzar a cambiar nuestra propia subjetividad que tal vez eso sea lo más difícil. La pretensión es respetar todo lo que nos rodea, no consumir en exceso sino lo necesario, dialogar y no imponer leyes que niegan costumbres, tradiciones. La intención es lograr el nosotros, la complementariedad. Es así como los Tojolabales nos dan esperanza de pretender un Mundo donde quepan muchos mundos, nos da la esperanza de ponerle frenos a este tren que se dirige al precipicio.





 BIBLIOGRAFÍA

Dussel, Enrique. Filosofía de la Liberación. Nueva América. Cuarta Edición corregida, Bogotá, 1996.
Dussel, Enrique. Política de la liberación. Historia mundial y crítica. Trotta, Madrid, 2009.
Hinkelammert, Franz.  La crítica de la economía política, la crítica de la religión y el humanismo de la praxis, 07 de Septiembre 2009. www.grupopensamientocritico.info   
Hinkelammert, Franz. Una sociedad en la que todos quepan: de la impotencia de la omnipotencia. Martes, 01 de agosto de 1995. www.grupopensamientocritico.info
Lenkersdorf, Carlos. Aprender a Escuchar. Plaza y Valdés, México, 2008.
Lenkersdorf, Carlos. Filosofar en Clave Tojolabal. Miguel Ángel Porrúa. México, Primera edición 2002, 1ª reimpresión 2005.
Lenkersdorf, Carlos. Los Hombres Verdaderos. Siglo XXI, México, 1996.
Sagrada Biblia. Ediciones Paulinas Cuadragésima segunda edición, 1991.





[1] Lenkersdorf, Carlos. Filosofar en Clave Tojolabal. Miguel Ángel Porrúa. México, Primera edición 2002, 1ª reimpresión 2005.  “[…] ¿A qué se debe la diferencia? Proponemos la siguiente hipótesis, aunque con ciertas reservas. Los hablantes de idiomas diferentes disponen de dispositivos que los hacen percibir la realidad de modos diferentes. Unos perciben sujetos y objetos, los otros perciben puros sujetos en forma de intersubjetividad. Estos dispositivos funcionan como orientadores múltiples para captar la realidad en su amplitud plural de modos diferentes y, por ello, para organizarla y estructurarla correspondientemente. No sabemos dónde ubicar dichos dispositivos. Es de los hombres, porque los orienta sea desde el cerebro, sea desde el “corazón”, o sea desde toda  corporeidad. Tal vez las ciencias cognoscitivas, sobre todo, las neurociencias, tienen o tendrán la respuesta. […] Es decir, existen dos perspectivas marcadas de enfocar la realidad y de organizarla.” pp. 113-114.   

[2]Dussel, Enrique. Filosofía de la Liberación. Nueva América. Cuarta Edición corregida, Bogotá, 1996. p. 15.
[3]Hinkelammert, Franz.  La crítica de la economía política, la crítica de la religión y el humanismo de la praxis, 07 de Septiembre 2009. www.grupopensamientocritico.info   
[4]Dussel Inédito: En el parágrafo 31 Pablo de Tarso en la filosofía política actual, de La política de la liberación Vol. III parte Crítica aun no editado,  retoma a Kant en la obra La religión dentro de los límites de la razón pura, para hacer la distinción entre la Facultad de Teológica y la Filosófica, manifestando que el problema es de interpretaciones de los textos: “Para el filósofo de Köenisberg “el teólogo bíblico es, propiamente dicho, el sabio de la Escritura para la fe de la Iglesia”, mientras que ante la Escritura (o la llamda biblia) el filósofo “es el sabio de la razón que se basa en las leyes interiores que pueden deducirse de la propia razón de cada ser humano” […] concluye “es así como hay que realizar todas las interpretaciones de las Escrituras” […] Así al igual que Kant para Dussel el “reto presente es el de extraer esas amohosadas narrativas simbólicas (…) que residen y se estudian en la Facultad de teología y situarlas por primera vez en la Facultad de filosofía. Consistiría en efectuar sobre ellas una hermenéutica, una interpretación estrictamente filosófica.” Es decir, de los textos míticos, teológicos, podemos hacer una interpretación histórica-filosófica”.
[5]Sagrada biblia. Ediciones Paulinas Cuadragésima segunda edición, 1991. p. 87 “Bendito sea el señor que os ha librado de las manos de los egipcios y de Faraón…”
[6]Cf. Dussel, Enrique. Política de la liberación. Historia mundial y crítica. Trotta, Madrid, 2009. pp.21-22ss.
[7]Hinkelammert, Franz. Una sociedad en la que todos quepan: de la impotencia de la omnipotencia. Martes, 01 de agosto de 1995. www.grupopensamientocritico.info
[8]Lenkersdorf, Carlos. Aprender a escuchar, Conceptos clave. Plaza Valdés. Primera edición, México, 2008. pp. 114-115.
[9]Lenkersdorf, Carlos. Aprender a Escuchar. Plaza y Valdés, México, 2008. p. 12
[10]Ibíd. p. 13
[11]Cf. Lenkersdorf, Carlos. Los Hombres Verdaderos. Siglo XXI, México, 1996. p. 28
[12]El corazón es la fuente de vida, pero también se caracteriza por la capacidad de pensar, por supuesto no hay que entender el pensamiento desde la concepción aristotélica, ni la filosofía cartesiana del “pienso luego existo”. Es decir, el pensamiento no se refiere a la capacidad de raciocinio, sino a la de relacionarse los unos con los otros con dignidad y respeto para formar así la comunidad cósmica.

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